"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

lunes, 21 de julio de 2014

Instante 57. Mañanas

Hay mañanas
que, rodeado de libros y de dudas,
abres los ojos y nada ves,
en las que sitiado por cansancios apilados
esperas una señal sobre tu piel.

Hay mañanas

sin más luz que la rutina de ir al baño
y abrir el grifo, donde la realidad se manifiesta
en el agua que borra todos tus sueños
y ordena las horas que te esperan.

Hay mañanas

bulliciosas sin ruido,
que te ven sin mirarte a la cara,
que te espían, que te rozan, que te gritan,
que te esperan y no sabes que te marcan.

Hay mañanas

sin más sol que unas palabras
que esperas escuchar y nunca oyes,
las escribes en el vaho cuando te duchas,
las repites al espejo y no responde.

Hay mañanas

en que cierras los ojos antes de abrirlos...
y escuchas como el canto de los pájaros
acecha con sigilo ya tu almohada...
y te pinta una ilusión en cada mano.

Hay mañanas

que recorren tu cintura,
se encaminan pecho arriba hasta tu oído,
y recitan los secretos que de noche
sin saberlo y sin quererlo habías perdido.

domingo, 20 de julio de 2014

La lágrima. Relato

Acercó la boca del bebé al bíceps de su brazo izquierdo. Al instante, el crío dejó de llorar y empezó a succionar buscando la leche que necesitaba para saciar el hambre. La leche no salía, pero cada intento que hacía lo relajaba más y más, por lo que pasados unos minutos quedó plácidamente dormido. Cuando la madre llegó, nerviosa por la tardanza, cogió en brazos al niño y lo acercó a la teta, éste se despertó y empezó a mamar, esta vez, la leche, si salía y llenaba su boca. El padre se aproximó con sigilo, orgulloso del hematoma de su brazo y miró como el niño mamaba con fruición. Mientras contemplaba la escena, nunca lo había visto tan concentrado, una lágrima resbaló por su mejilla y cayó sobre la frente del crío, la recogió con el dedo y la depositó en sus labios justo en el momento en que creyó percibir que su hijo dibujaba una sonrisa sin soltar el pezón..., nunca una lágrima le supo tan dulce.

sábado, 19 de julio de 2014

Instante 56. Noticias de Gaza





No duerme nadie, nadie, nadie...

Bajo ese cielo sin luna,
iluminado por los edificios en llamas,
por la sangre que recorre las calles
y riega los huertos,
por los gritos interminables de los cuerpos amputados.
No duerme nadie...

Por los misiles dirigidos
para borrar de esa tierra
la inocencia, la risa de los niños,
la sabiduría de los ancianos,
la historia de un pueblo ignorado por todos.
No duerme nadie...

Por la complicidad que apaga
el brillo de las estrellas,
la luz de millones de ojos
que buscan cada mañana una razón para mirar
y solo encuentran, odio, opresión y vergüenza.
No duerme nadie...

En la tierra maltratada,
donde los buitres, con la estrella de David en la garganta,
escupen rabia, desprecio y rencor;
donde las hienas uniformadas
roban los sueños que cada madrugada brotan en el desierto.
No duerme nadie...

Bajo el horror planificado,
bajo ese exterminio lento y metódico
diseñado en despachos lujosos,
entre sorbos de güisqui y coca-cola,
entre intereses no disimulados y cuentas de resultados.
No duerme nadie...

Pero un día la ira contenida
y los agravios acumulados explotaran,
y arrasaran todos los salones
donde víboras trajeadas y perfumadas,
generan cuantiosos benéficos con la muerte y la ignominia.