"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

viernes, 8 de noviembre de 2013

Solo dos meses

Dos meses parecen un corto espacio de tiempo, pero en un blog son una eternidad, una parálisis, un agujero negro que engulle los gritos, las risas, las diversas divagaciones que fluyen de tus dedos mientras en el equipo de música suena Salif Keita. Lento, cadencioso, alarga el tiempo, lo estira al compás de un ritmo repetitivo e intenso.
La arena bajo tus pies, imaginas un paseo en la playa, mientras llega a tus oídos el cierre de canal 9 y la reacción de los trabajadores: se quitan por fin la mordaza y salen a la calle a transmitir lo que le ocurre a la gente y no la realidad que impone el poder, a buenas horas.
El aire caliente penetra en la casa, el ritmo fluye, activa la mente, las articulaciones y las ganas. El ritmo, la vida y el ritmo, para no caer en el tedio, preso de lo anodino. Apago la radio, huyo de la realidad, de esa realidad falsa y casposa.
Desde hace un tiempo leo poco la prensa, intento no morir atrapado en la mentira, en la burda invención de un mundo feliz, sin crisis y con una economía en crecimiento ¿qué crecimiento? el de los tumores que destruyen las neuronas, esas células que excitan la membrana plasmática y conducen el impulso nervioso capaz de ayudarnos a salir de la parálisis.

Dos meses, solo dos meses y el lento fluir de las letras al ritmo de la música africana.