"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

lunes, 31 de mayo de 2010

Cuentos encadenados 19: Noticia en la página de sucesos

Al calor de su cuerpo primero acudieron las moscas. Aquella noche el frío era intenso, los periódicos húmedos por la lluvia ya no abrigaban. El final se acercaba y sobrevino en silencio, cuando el sueño se apoderó de la escena.
Una vez muerto el proceso comenzó con la autólisis, el corazón dejo de enviar oxigeno a las células, estas dejaron de funcionar y las enzimas presentes en el cuerpo actuaron sobre aquellas descomponiendolas. Simultáneamente se produjo la putrefacción, las bacterias presentes en la flora intestinal (la clostridía y los coliformes) invadieron células de los demás órganos, devorándolos. Ambos procesos químicos desprendieron metano y sulfuro de hidrógeno, gases que inflaron su cuerpo y elevaron la temperatura de una fría noche invernal, esto atrajo a insectos, ratas, y algún que otro perro vagabundo. El resto solo fue cuestión de tiempo.
Lo encontraron, pasados unos meses, era un amasijo de huesos, un amasijo anónimo que no importaba a nadie, tan solo curiosos con cámara de fotos y ganas de emociones fuertes. La policía abrió una investigación que pasado unos días cerró. Cuando la científica terminó su trabajo, los servicios municipales limpiaron la zona. Los restos fueron depositados en una anónima fosa. Una cifra, el número asignado a su expediente, pasó a ser su nombre. Una pequeña noticia en un periódico local su historia. “encuentran restos humanos sin identificar en la cara norte del castillo, se especula que fue un indigente muerto por las bajas temperaturas del invierno pasado”

domingo, 30 de mayo de 2010

Divagaciones de una tarde de domingo

Domingo, maldito domingo, son las diez de la noche, el fin de semana agoniza, un fin de semana corto, demasiado corto. En frente una semana larga, demasiado larga, una semana presa de horarios, cinco días de obligaciones, de estar aquí o allá, de producir.
Lo importante es producir, no importa que, pero producir. ¡Que la rueda no pare!. Y ¿si la rueda parara?, y si un día, un día cualquiera, presos de una pereza contagiosa nadie fuera a trabajar, ¿qué ocurriría?. Da vértigo pensarlo, da miedo, es el miedo a la libertad que nos hace comulgar con la rutina impuesta, con la productividad absurda. Si nos paráramos todos a la vez y nos diéramos cuenta que este camino solo nos lleva al abismo estaríamos dando los primeros pasos en la buena dirección.
Lo triste es que enseguida aparecerían aquellos que harían negocio con el cambio de rumbo, chiringuitos varios ofreciendo un beneficio rápido, un placer instantáneo, y sin darnos cuenta, como atrapados en un laberinto, volveríamos al punto de partida, a la productividad absurda e innecesaria, al ritmo frenético, al caos organizado.
Domingo, maldito domingo, podría ser sábado, un sábado eterno e inagotable..

sábado, 29 de mayo de 2010

Una de vampiros

Viernes 28 de mayo, son las nueve de la noche acabo de llegar a casa, me siento en el sofá y pongo la tele: “La agencia de calificación Fitch rebaja la calificación de la deuda española”. Apago la tele y pongo la radio: “El gobierno rebaja un 7,7 por ciento el limite de gasto para el año que viene. El PP lo considera poco ambiciosos por lo que anuncia que votara en contra”.
Obligado a cumplir planes de austeridad, amenazado con reformas laborales, soliviantado con la voracidad de los bancos, mosqueado con la impunidad con la que los mercados, agencias de calificación y demás chollos financieros estrujan, descuartizan, machacan y finalmente imponen su ley. Apago la radio, no quiero oír, quiero olvidarme aunque solo sea por cinco minutos de la dichosa crisis, pero esta noche la crisis lo inunda todo, es un magma pegajoso que se adhiere a la piel y no hay jabón que lo arranque.
Resignado vuelvo al sofá y cojo un periódico atrasado, leo la entrevista con Susan George en la contraportada de “El País” del 26-5-2010. En ella la politóloga norteamericana afirma: “Tomo fenómenos que parecen complejos y los hago más simples sin simplificarlos” y mediante ese sistema analiza la crisis, su origen, explica de una manera gráfica que son los derivados financieros, esos que tan alegremente han llevado el sistema al borde del abismo: “Compro el seguro de su casa sin que usted lo sepa, la incendio, queda reducida a cenizas, y cobro el seguro”. Así de claro, así de simple, nos han robado la cartera y quieren que paguemos la cuenta del bar.
No se si por apatía, desconcierto, ignorancia, cansancio o perplejidad, pero hemos dejado en los piromanos la potestad para dirigir a los bomberos, limpiar el solar y reconstruir la casa por el módico precio de nuestra integridad, de nuestra sangre. Me levanto del sofá, cuelgo cabezas de ajos a lo largo de la casa, saco del cajón de las herramientas un martillo y una estaca de madera y me siento a esperar la llegada de los vampiros.

sábado, 22 de mayo de 2010

La venganza. (Relato)

No dije que ya lo sabía con anterioridad, eso habría sido una estupidez, dejé el informe sobre la mesa, cogí el dinero acordado y me dispuse a salir de la habitación dejando que la duda corroyera su soberbia, erosionara su altanería. No dijo nada, solo me miró con recelo, despues abrió el sobre y volvió a cerrarlo, su contenido carecia ya de importancia, había comprendido la situación, asumido su derrota. Al marcharme no mire atrás, sabía que estaba a punto de derrumbarse y quería saborear mi venganza en silencio, un silencio roto por el estruendo de un fogonazo en plena boca.

Malos tiempos para la lírica

No tengo buen oído, lo reconozco. Cuando estudié solfeo, funcioné hasta que el profesor me exigió entonar por un lado y marcar el compás por otro. Superaba las lecciones gracias a la memoria y a la estrategia de seguir el ritmo que marcaba el piano, pero cuando el profesor se puso exigente el truco se vino abajo, se desmoronó.
Todo esto viene a cuento porque esta mañana, paseando a la perra, escuché a lo lejos tambores, un estruendo rítmico y consistente que me creó cierta inquietud, pues no sabía si eran tambores festivos o de guerra, dado que los tiempos que corren no son para fiestas deduje que debían se guerreros, las falanges neoliberales ensayando sus desfiles victoriosos.
Un sudor frío empezó a recorrerme la espalda, un presentimiento se adueñó de mi ánimo, me hallaba confuso, indeciso, perplejo. Estaba paralizado viendo la que se avecinaba, cuando un ruido conocido me devolvió a la realidad, eran las cinco de la mañana, el despertador me había salvado de un mal sueño y todo estaba como de costumbre. A mi lado dormías plácidamente. Me levanté y fui al baño, la perra me observaba desde su cojín, como todas las mañanas. Mientras intentaba reconocer mi cara en el espejo comencé a afeitarme, necesitaba un cambio para afrontar el día, para superar el sueño. Pero ¿era un mal sueño o una realidad que nos acecha?.
Vivimos tiempos difíciles, tiempos sin lírica, como hace años “golpes bajos” nos anunciaban. Tiempos extraños donde, cautiva y desarmada, la izquierda claudica, humilla la cabeza, desconcertada y triste, ante el dios omnipresente: el mercado.
Encendí la radio,“De la cacería, dos están fuera, Bermejo y Garzón, pero que se tienten la ropa porque vamos a ir contra los que han roto el estado de derecho”, apagué la radio, decididamente se acercan malos tiempos para la lírica.

sábado, 15 de mayo de 2010

La habitación. (Relato)

(Relato enviado al concurso Relatos en cadena para concursar el día 13 de mayo de 2010)

La mujer de la foto sonreía. Tenía una sonrisa dulce, acogedora. No la conocí, no se hablaba de ella en casa, solo era una fotografía en la mesita, junto a la jarra de agua y al despertador que todas las mañanas sonaba a la misma hora.
Al principio me intimidaba, oía a mi padre hablar con ella todas las noches, pero con el tiempo me acostumbré a su compañía, a que me vigilara cada vez que entraba en la habitación y robaba algún cigarro.
Nunca me regañó, siempre me acogía y, en silencio, escuchaba aquellas historias que solo ella y yo conocemos.

Crónica de una semana

En tan solo una semana se puede pasar de la alegría a la pena, de la euforia a la decepción. Una decepción que aunque intuida no menos dolorosa.
El miercoles 5 recibí una llamada de la Cadena Ser en la que me comunicaban que un relato mio había sido seleccionado esa semana en el concurso Relatos en cadena. Euforia, alegría, nerviosismo, ilusión, un coctel sabroso que hay que beber con calma. (Quien quiera leer el relato tiene que abrir el siguiente enlace, ir al dia 6 de mayo de 2010 y buscar el relato titulado "La fotografía")


Una semana despues la decepción era ver a un Zapatero cabizbajo, sin argumentos, haciendo el trabajo sucio de la derecha. Una derecha, encarnada en un Rajoy defensor de los débiles, (ver para creer), disfrutando, relamiendose, preparando el estoque ante el toro humillado. Patético, deprimente, dan ganas de huir, pero ¿a donde?...
Ivan a reformar el capitalismo, nos decian, y bien que lo han reformado, lo han aquilatado, lo han apuntalado y de paso "ajo y agua" y a "rezar" porque nos las van a dar por todos los lados. Pues queda claro que no hay mas dios que el mercado y los neoliberales son sus profetas. Lo demas: socialismo, estado del bienestar, redistribución de la riqueza, servicios públicos, impuestos progresivos, etc... no son mas que milongas, pantomimas al servicio de la función y la función debe de continuar, y a quien ose contradecir, cuestionar, criticar, se le aparta, se le hunde, se le borra del censo si fuese necesario. El capitalismo está desbocado y no sabemos como echarle el freno.

domingo, 9 de mayo de 2010

Dias de lluvia

La de los días de lluvia es una luz especial, tenue, grisácea, melancólica. Capaz de trasladarte a ese lugar ingrávido del que nos echaron el día que figura en el carnet de identidad.
Me gusta cuando llueve con ganas, cuando se paraliza el ritmo de la ciudad, cuando se detiene la burocracia, cuando surge de repente una pausa. La abuela saca las velas del armario. La televisión se apaga, se extingue. Tu padre saca la baraja de cartas olvidada en un cajón. Recuperamos las partidas de parchís casi olvidadas en el tiempo. Tu madre reinicia la lectura de aquel libro aparcado por culpa de las polémicas de “Salvame”.
Tendría que llover así durante 300 días seguidos. Tendría que llover en cada rincón del planeta, con ritmo y sin pausa, sin contemplaciones, que la humedad bloqueara las cajas de seguridad de los bancos, esas donde la gente vip esconde sus ganancias fraudulentas. Que la bolsa cerrara y los brokers se fueran al paro.
Surgiría así la insurrección de las plantas, la revolución de los caracoles, la república sin luz electrica, sin Internet, sin transacciones millonarias fuera de control. Sería el caos, si, pero quizás sería algo más coherente, algo más justo que esta oligarquía del FMI, del Banco Mundial y demás piratas con corbata y traje de marca..

Cuentos encadenados 18: Complejo de Edipo

Por fin se encontraba a gusto, estaba en casa. Lejos de ruidos, atascos, problemas. Como en casa en ninguna parte, ya lo decía su madre.
La fuga había sido una insensatez, una niñería y el ya no tenía edad para esas cosas. Había sido una fiebre pasajera, pero como toda fiebre ya había remitido, pediría perdón, volvería a ser un buen chico, dócil y obediente, trabajador y educado. Regresaría a la rutina de siempre, su madre lo entendería, las madres lo entienden todo y como no había dejado huellas, todo sería como antes, como antes que esa mujerzuela lo trastornara... me trastornara.
Me lo había advertido mamá, no te fíes de las mujeres, tu eres bueno e ingenuo y ellas se aprovecharan, no te vayas, pero no le hice caso, estaba poseído, atrapado en su red diabólica, pero la destruí, me liberé y vuelvo a casa, a mi hogar, a sus caricias, a sus abrazos, a los susurros nocturnos, al calor de su cuerpo.

sábado, 1 de mayo de 2010

Telecinco informa

Hacia tiempo que no veía un telediario de la cadena telecinco y mira por donde el pasado 24 de abril tropecé con uno, y digo tropecé a conciencia, pues fue como transitar por un camino lleno de trampas.
Las noticias eran aderezadas con reportajes donde lo predominante era colocar la alcachofa al vecino, al testigo, al que oyó algo, al que dice que dicen que por allí pasó. Primaban la noticias de sociedad o de sucesos, los accidentes, los robos, los crímenes. Lo sobresaliente era la nacionalidad del inculpado, el cotilleo del vecindario,"la expresión del pueblo", según ellos. No encontré rigor y si intencionalidad y hasta falseamiento de los hechos.
Como colofón un reportaje sobre las fiestas de Alcoi, las cuales, según este programa, conmemoran la victoria de los alcoyanos sobre las tropas musulmanas. El problema radica en que en aquella época los alcoyanos eran los musulmanes y los conquistadores, los vencedores, eran los cristianos, que en su mayoría, no eran de Alcoi, sino de Cataluña y Aragón. ¿Cuestión de matiz o manipulación de la Historia?.
Hoy los veré de nuevo y así quizás descubra que el 1 de mayo no rememora a los mártires de Chicago, sino alguna hazaña de empresarios caritativos que, en honor a san josé obrero, decidieron reducir la jornada laboral a sus asalariados, para que estos pudieran disfrutar de tiempo libre.
La historia hay que revisarla de nuevo y quitarle esas "falsedades rojas" que inundan algunos libros de texto, como la del bombardeo del mercado de Alicante en 1938, en el que murieron más de trescientos civiles, accidente de la guerra civil y no acto planificado por Franco y ejecutado por la aviación fascista de Mussolini como insinuan ciertos resentidos de la izquierda.
Para esta loable empresa, para esta "Santa Cruzada", ademas de "historiadores de renombre" como Pio Moa y Cesar Vidal, viene bien contar con informativos de gran audiencia como el de la cadena que nos ocupa. Todo sea por la patria y por la civilización cristiana.