"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

domingo, 20 de julio de 2014

La lágrima. Relato

Acercó la boca del bebé al bíceps de su brazo izquierdo. Al instante, el crío dejó de llorar y empezó a succionar buscando la leche que necesitaba para saciar el hambre. La leche no salía, pero cada intento que hacía lo relajaba más y más, por lo que pasados unos minutos quedó plácidamente dormido. Cuando la madre llegó, nerviosa por la tardanza, cogió en brazos al niño y lo acercó a la teta, éste se despertó y empezó a mamar, esta vez, la leche, si salía y llenaba su boca. El padre se aproximó con sigilo, orgulloso del hematoma de su brazo y miró como el niño mamaba con fruición. Mientras contemplaba la escena, nunca lo había visto tan concentrado, una lágrima resbaló por su mejilla y cayó sobre la frente del crío, la recogió con el dedo y la depositó en sus labios justo en el momento en que creyó percibir que su hijo dibujaba una sonrisa sin soltar el pezón..., nunca una lágrima le supo tan dulce.

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