"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

sábado, 13 de noviembre de 2010

Ironías de la vida. Relato

(Relato enviado al concurso Relatos en Cadena, del programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser, no seleccionado)

Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas mientras duermen en las literas. Comencé forzado por la curiosidad, a ver que ocurría. Continué amparado por un método, pero últimamente actuaba con precipitación, sin medir las consecuencias. Tal afición profesaba que había perdido el control, el orden y la mesura. Y aquí me tenéis a dos metros bajo tierra, encerrado en un sarcófago cumpliendo una sentencia.¿Mi culpa?, ironías de la vida, dormirme con la pulsera puesta de un condenado a morir sepultado.

2 comentarios:

  1. Buen intento. La frase inicial era jodidilla.
    Un abrazo.

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  2. Imagino que, al principio, querías decir intercambiaron. A mí me parece un relato bueno, con sorpresa y clasificable.

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