Se acerca fin de año. Afuera, el viento agita
las ramas y dispersa los sueños, sueños que vagan, que buscan una cama
donde anidar y dar sentido al lento fluir de los pasos de un hombre
cansado, de un individuo sentado frente al televisor a la espera de que algo
imprevisto le transporte. Los dedos, torpes por el frío, viajan sobre el teclado e intentan
dibujar, escupen palabras inconexas, frases aprendidas y a veces,
solo a veces, traspasan la linea y se zambullen en el sueño que, por
la ventana entreabierta, entró huyendo del viento.
domingo, 29 de diciembre de 2013
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El hombre ha sabido expresar las cuitas de una rutinaria monotonía...la espera de algo imprevisto ¿No es algo que todos hacemos?.
ResponderEliminarUn abrazo, Nano.
Mi mejores deseos para el próximo año, sobre todo que no falte la salud...
a ver: un escrito cada quince días, estás vaguísimo. Y estamos casi en Febrero. espabila, chaval. Buen texto.
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