Entre los defectos que me definen, por mucho que busque, no encuentro la improvisación. En este oficio es importante que todo esté planificado, nada puede dejarse al azar, cada acto debe encajar con exactitud en el puzzle que manejas.
Lo conocí un día extraño aunque sabía de él todo lo necesario. Esperaba el autobús, a veces abandono la rutina y dejo el coche en el garaje. Estaba solo en la parada cuando se acercó y me pidió fuego, tenia un andar alegre, una voz rota que conservaba una hermosa melodía, una mirada profunda. Cuando mis ojos se cruzaron con los suyos, las glándulas suprarrenales comenzaron a segregar adrenalina. Lo que ocurrió después fue muy rápido, el bolígrafo con el que estaba escribiendo se convirtió en la herramienta apropiada. Se desplomó sin entender que había ocurrido, pero de poco le habría servido saber que no era nada personal, tan sólo negocios.
Era una mañana esplendida y decidí entonces dar un paseo, a veces es necesario hacer algo de ejercicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario