"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

lunes, 18 de marzo de 2013

Instante 32. Tristeza

Te inunda, te atrapa, te apresa... vas cayendo en sus redes sin darte cuenta. Es como el monóxido de carbono, que poco a poco, con sigilo, impregna tus pulmones, circula por tus venas y va apagando el cerebro, luz a luz, lentamente, con suavidad, hasta que el último interruptor da paso a la oscuridad absoluta, a la negritud infinita, donde ya nada sientes, ni siquiera la propia tristeza.  

2 comentarios:

  1. Hoy leo que la había un tiempo en el que sentirse triste, desear la muerte o estar desesperado era lo que estaba de moda. ¿Sabes dónde?..."París no se acaba nunca". E.V.M.
    Nuestro común amigo, Roda, fan incondicional podrá decir algo más acertado.
    Besos.
    Pd.: encantada de leerte.

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  2. joder, llevas desde diciembre sin colgar ningún escrito y cuelgas esto, además sin acabar, lo suyo es que desarrolles la explicación de la puta tristeza......
    Bueno, está bien. Dos o tres copas me debes.
    Posdata: (que muchas ganas de escribir no tienes, no)

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