"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

lunes, 31 de mayo de 2010

Cuentos encadenados 19: Noticia en la página de sucesos

Al calor de su cuerpo primero acudieron las moscas. Aquella noche el frío era intenso, los periódicos húmedos por la lluvia ya no abrigaban. El final se acercaba y sobrevino en silencio, cuando el sueño se apoderó de la escena.
Una vez muerto el proceso comenzó con la autólisis, el corazón dejo de enviar oxigeno a las células, estas dejaron de funcionar y las enzimas presentes en el cuerpo actuaron sobre aquellas descomponiendolas. Simultáneamente se produjo la putrefacción, las bacterias presentes en la flora intestinal (la clostridía y los coliformes) invadieron células de los demás órganos, devorándolos. Ambos procesos químicos desprendieron metano y sulfuro de hidrógeno, gases que inflaron su cuerpo y elevaron la temperatura de una fría noche invernal, esto atrajo a insectos, ratas, y algún que otro perro vagabundo. El resto solo fue cuestión de tiempo.
Lo encontraron, pasados unos meses, era un amasijo de huesos, un amasijo anónimo que no importaba a nadie, tan solo curiosos con cámara de fotos y ganas de emociones fuertes. La policía abrió una investigación que pasado unos días cerró. Cuando la científica terminó su trabajo, los servicios municipales limpiaron la zona. Los restos fueron depositados en una anónima fosa. Una cifra, el número asignado a su expediente, pasó a ser su nombre. Una pequeña noticia en un periódico local su historia. “encuentran restos humanos sin identificar en la cara norte del castillo, se especula que fue un indigente muerto por las bajas temperaturas del invierno pasado”

1 comentario:

  1. Ara sí que t'he pogut localitzar. Ja et seguiré...Enric

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