"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

sábado, 12 de febrero de 2011

Entre escarabajos. Relato

Dicen que si dejas a un escarabajo patas arriba, este morirá de cansancio e inanición al no poder darse la vuelta. No me considero una persona aprensiva, pero el estudio sobre los coleópteros y su modo de vida creo que me está afectando. 
Tantos meses sin salir de casa, dedicado a la lectura de libros y archivos informáticos sobre estos curiosos insectos, han provocado efectos no deseados en mi cuerpo. He engordado bastante mientras, quizás por alguna herencia genética, mis piernas y brazos han perdido gran parte de su musculatura. 
A veces me miro al espejo, veo una gran masa con pequeñas y débiles extremidades y me asalta la idea de dejarlo, ir al médico, hacer régimen, salir a la calle, tomar el sol... hacer una vida normal, pero esos pensamientos desaparecen tan pronto encuentro un archivo nuevo sobre el tema. 
Desde hace unos días me desplazo con la ayuda de un andador, duermo sentado en el sillón del estudio y un sueño me atrapa todas las noches. En él al levantarme para ir al cuarto de baño, tropiezo, caigo al suelo de espaldas, con las piernas y brazos hacía arriba, y como los escarabajos muero de agotamiento y de hambre.

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