"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

jueves, 10 de febrero de 2011

Mi tio, (versión larga). Relato

Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa. Era el nuevo sistema que había impuesto mi tía en la tienda. Un sistema moderno, muy utilizado en Europa, como le había comentado su marido después de unos de sus continuos viajes.
En el pueblo quedaron todos perplejos, la tienda de la Juani tiene una cajera como si fuera un banco. Viajar culturiza, eso dice el maestro, y el Juan con tanto viaje esta hecho un moderno, habría que nombrarlo alcalde y este pueblo anclado en la monotonía progresaría mucho.
Mi tío rechazó la proposición, no quería responsabilidades ni ataduras, vivía feliz viajando y mi tía con verlo una vez a la semana tenía bastante. Nadie conocía sus negocios, mas qué importaba.
Una semana no apareció, ni se recibió llamada alguna justificando el retraso como ya había ocurrido otras veces. Pasó un mes y seguíamos sin saber nada de él, a mi tía se la veía confusa y afectada, aunque su confianza en que nada malo había ocurrido no decaía.
Un día, cuando Don Ángel regresó de la ciudad de resolver unos asuntos, trajo consigo un periódico atrasado que trastoco la rutina del pueblo. En portada aparecía una foto de mi tío con otro nombre, ¿por qué se habría cambiado el nombre? me pregunté ingenuamente. Debajo de la instantánea un titular anunciaba: “Muere, en un tiroteo con la policía, el atracador más buscado de los últimos años”.  

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