"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

martes, 26 de enero de 2010

Justificación

Más de un mes cojo y semiencerrado, (vivo en un tercer piso sin ascensor y subir las escaleras con muletas se me hace duro, por lo que sólo salgo un día a la semana), empieza a volverse incomodo, a veces tengo la sensación de haber sido apeado del tren en una estación cerrada.
Si no fuera por los libros que leo, por Internet y por esta especie de diario disperso, ¿qué haría yo?, bueno, lo que se dice hacer, hago algunas cosas de provecho: pongo la lavadora, tiendo y pliego la ropa, paso la aspiradora, cocino... realizo todo aquello que me es posible a la pata coja.
No se si serán muy leídas estas páginas, perdón estas entradas, pero no importa demasiado, me sirven a mí para centrarme, para escapar de la vorágine de esa realidad liquida, variable e inaprensible que nos rodea, que nos exige continuamente cambiar aunque no sea necesario el cambio, correr aunque no sepamos para donde, asentir aunque sepamos que nos manipulan, que nos ocultan datos, tomar partido por los “buenos” aunque no tengan razón y sean unos cabrones y lo sepamos, pero sea más cómodo y seguro dársela, no vaya a ser que caigamos en el lado de los “malos” y paguemos un alto precio.

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