"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

martes, 29 de junio de 2010

El Regalo, versión larga (Relato)

(Versión larga del relato publicado el pasado 11 de junio)
"La carne rebozada fría no vale nada, mejor prepararé una tortilla de patatas". Vertió un buen chorro de aceite y a fuego suave fue pochando la cebolla mientras pelaba y cortaba las patatas, las cortaba muy finas para que se unieran bien al resto de los ingredientes, las añadió a la sartén y removió con suavidad, echó un poco de sal y las tapó para que el vapor las reblandeciera.
Cascó cuatro huevos en un bol y los batió con energía, cuando los tuvo a punto de nieve, agregó a ellos la fritura y mezcló todo durante unos segundos. Calentó a fuego fuerte una cucharada de aceite en la misma sartén y volcó en ella la mixtura de patata, cebolla y huevo. Bajó el fuego y esperó unos minutos.
Con la ayuda de un plato llano dio la vuelta a la tortilla y con una espátula de madera fue ajustando los bordes hasta conseguir darle forma circular. Volvió a voltearla, esperó a que se dorara un poco y apagó el fuego, dejándola en un plato a que enfriara. Tenia un aspecto fantástico, de una redondez casi perfecta, brillante por fuera y jugosa por dentro.
Entonces, solo entonces, se acercó a la terraza, era un día esplendido, el sol iluminaba el rostro y una suave brisa refrescaba la mente. Se encaramó a la barandilla y miró el jardín a sus pies, lleno de flores de variados colores. Saltó al vacío y en el trayecto, antes de tocar el suelo, solo lamentó no haberle recogido la cocina.

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