"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

sábado, 7 de mayo de 2011

A veces tengo un sueño

A veces tengo un sueño, un sueño que escruta el futuro, que viaja en el tiempo. Me anuncia que la crisis traerá algo positivo, los neoliberales aportarán algo bueno a la humanidad, el desmantelamiento y el caos de sus políticas nos retrotraerá al origen, asumiremos nuestra condición de parias, descubriremos que nuestros enemigos no son los pobres de otros lugares que emigran buscando la vida, nos levantaremos de este letargo y realizaremos el cambio soñado, la revolución total.
Suena el despertador, el sueño se disipa y las noticias me devuelven a la realidad. El fantasma de la ultraderecha sobrevuela Europa. A pesar de los excedentes alimentarios, la especulación provoca un aumento de precios que condena a más de mil millones de personas al hambre. Se suceden los enfrentamientos entre pobres por las migajas que, como acto de caridad, conceden los poderosos. Las potencias occidentales, a través de la ONU, regulan el descontento en el mundo árabe para que no atente a sus intereses. La justicia internacional consiste en torturar, ejecutar, corromper, expoliar. El mundo occidental celebra con alborozo el asesinato de Bin Laden, ha muerto Lucifer.
A veces cuando me despierto, durante un segundo, me invade la sensación de que el porvenir es una ilusión traidora. Casi siempre, me quedaría en la cama atrapado en mis dudas y volvería a soñar, pero es solo un segundo, la maquinaria me requiere, me reclama, es hora de producir. Me levanto, me aseo, desayuno, me voy al trabajo y dejo los sueños para la noche. Aún no ha amanecido, el relente refresca la mañana, las buganvillas han florecido y los gatos dormitan en el jardín ajenos a mis ensoñaciones, tranquilos, felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario