"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

lunes, 23 de mayo de 2011

Realidad tozuda

A veces soñamos y soñar está muy bien, pero la realidad es tozuda y nos despierta groseramente. El “molt honorable” con su sonrisa grotesca, con esa mueca tensa de imputado, trajeado o simplemente corrupto, (¿se han dado cuenta que se parece cada día más al señor Burns, el jefe de Homer Simpson?), nos recuerda que ha vuelto a obtener mayoría absoluta, que va a hacer lo que le de la gana, que se ríe de los jueces, (muchos de ellos amiguitos del alma), que se ríe de nosotros, como un Berlusconi cualquiera, porque la mayoría le vota, y eso, según él, le otorga impunidad absoluta, indecencia absoluta.
A veces soñamos sentados en una plaza, soñamos que somos muchos, que podemos cambiar el mundo, que podemos de forma tranquila rebelarnos, gritar basta, tomar la calle. Pero ojo, el enemigo es listo, tiene armas poderosas y mucho poder, mucho poder para perpetuar su estatus, para mofarse de nosotros, como este amante de los eventos, que nos quiere un huevo mientras nos jode acompañado de sus damas de honor, la Rita y la Sonia.
A veces la realidad se vuelve pesadilla y para que no lo olvidemos levanta acta un registrador de la propiedad gallego y lo guioniza, desde su periódico, un obispo laico travestido con lencería fina y tacones de aguja. Y para colmo de males, amenizan la escena una “Cospe” manchega y una “chati” madrileña de rancio abolengo bailando al son del “quejío” de un señorito andaluz que nos grita, “¡Adelante campeón!, son solo cincuenta centímetros y sin vaselina, sabemos que te gusta”.
A veces soñamos y es bonito soñar, pero no seamos como la avestruz y al cerrar los ojos creamos que la realidad se difumina.

3 comentarios:

  1. hélos ahí, preparados para el asalto final. No os preocupeis, más dura será la caída.

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  2. Cuando escribes esta entrada, no sabías la buena-nueva. Hoy está más cerca el juicio por delitos más graves que el de cohecho impropio. Y, si los jueces le echan lo que hay que echarle, puede que se las tenga que ver con una condena bastante considerable. Yo quiero soñar con ello. No es posible que os conformeis. ah,y aún hay partido.
    saludo

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  3. Es imprecionante como cosas como la corrupcion se pueden hacer presentes en las diferentes situaciones y/o actividades de la vida.

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