"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

miércoles, 16 de marzo de 2011

Crimen. Relato-réplica

(Cuarta réplica a un relato de Antonio,
http://lacomunidad.elpais.com/antoni/2010/12/25/crimen
El libro va cogiendo forma.
Un saludo)


Juega con la punta del cuchillo sobre la piel mientras observa el horror que brota de esos ojos incrédulos; es un juego pausado en el que saborea el vértigo, el pánico. Sujeta con fuerza el mango y alza la hoja para proyectar la luz de la farola sobre esa cara asustada y suplicante; es un movimiento frío, ensayado y ejecutado muchas veces, con el que logra abstraerse, transportarse lejos, a un espacio vacío, sin tensiones. Seguidamente, con la habilidad y la precisión que da la costumbre, ejecuta el movimiento final en el que el arma disecciona el aire antes de hundirse en la carne entregada. La sangre brota con fuerza, impregna el asfalto y el último gemido de la victima lo devuelve a la realidad fría, a la oscuridad, a la noche, al ir y venir sin rumbo, a merced del aire, como una hoja en otoño.

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