"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

martes, 8 de marzo de 2011

Vieja leyenda. Relato

Cuentan que, en esta tierra desolada, cayó una semilla y a pesar de las dificultades encontró una grieta donde cobijarse del tórrido y seco tiempo. Con el paso de los días y gracias a la humedad de la madrugada, brotó una flor. De la flor surgió un fruto que maduró y, que al caer, desprendió cientos de semillas que se dispersaron por el suelo. Semanas más tarde el milagro se hizo, multitud de flores pintaron la mañana, y esa tierra yerma y desagradecida se transformo en luz, ritmo y alegría. Las gentes del lugar ofrecieron canticos y sacrificios a los dioses, por fin habian sido escuchados. Al amanecer del día siguiente, un viento solano arrasaba la aldea... de las flores no quedó ni rastro.  

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