"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

miércoles, 17 de marzo de 2010

Entre Gürtel y la Justicia mejor me quedo en casa

No salgo de mi asombro cuando encuentro nuevos datos sobre lo que rodea a la trama Gürtel, (lo reconozco, soy un poco ingenuo, que voy hacer son restos de un pasado rousoniano). No hablo de la trama propiamente dicha, sino de los peones que se mueven armónicamente para desactivar el caso.
En un principio descubrí al más que amigo del señor Camps, Juan Luis de la Rua presidente del TSJCV, archivando de forma rauda y veloz el asunto de los trajes. Ayer leí que el colegio de abogados de Madrid, que mediante una querella pretende invalidar las escuchas telefónicas ordenadas por Garzón, amparadas por la fiscalía y luego validadas por el juez instructor del TSJM el señor Pedreira, tiene como decano a Antonio Fernandez-Gil compañero de responsabilidades en Repsol de José Ramón Blanco Balín imputado en la trama. Hoy me entero que Emilio Fernandez Castro, uno de los tres jueces que tiene que decidir sobre la anulación de las escuchas telefónicas realizadas en prisión a los imputados de trama Gürtel, rechazó una querella contra el Albondiguilla y el empresario Jose Luis Ulibarri sobre una adjudicación fraudulenta, que dos años más tarde, en un auto del juez Garzón, era considerada una acción más de la red de Correa. ¿Qué veremos mañana? Mejor no pensarlo y dejar que el tiempo nos sorprenda, si a estas alturas algo nos sorprende en relación a este caso.
Al margen de esto no estaría mal un ERE total al sistema judicial y dar entrada a savia nueva, no es que con ello piense que se pueda alcanzar la imparcialidad, todos en mayor o en menor medida estamos contaminados, pero por lo menos habría que intentarlo.

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