"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

martes, 2 de marzo de 2010

La crisis y sus recetas

El sociologo polaco Bauman en una entrevista (Publico 2-3-2010) afirma que "cada vez es más complicado distinguir entre las políticas económicas de la derecha y las de la izquierda. Ser de izquierdas parece significar ahora hacer de un modo más riguroso el trabajo que la derecha dice que hay que hacer. Y, una vez hecho, paliar las nefastas consecuencias sociales de dicho trabajo" y sino que se lo pregunten a los griegos o igual a nosotros dentro de unos años.
Mientras leo la entrevista, en la radio, Nuñez Feijó, alardea de su buena gestión en Galicia, en un año hemos cambiado el rumbo, dice, y caminamos con paso firme, lo que no nos aclara es a donde. Unas horas antes, en la misma emisora, Gerardo Camps alardeaba de que la Comunidad Valenciana será el motor que sacará a España de la crisis, aunque por el momento es, junto con Murcia, la comunidad más castigada, pero eso es pasado, dice el conseller, el futuro es nuestro y sabemos como afrontarlo. Ambos coinciden en la necesidad de que Zapatero deje de marear la perdiz, de ser una rémora y se apunte a sus recetas, que son, de todos es bien sabido, las únicas que crearan riqueza y empleo, y si no miren ustedes los años de gobierno de Aznar, nos remarcan.
Crearon empleo, si, pero de qué tipo. Generaron riqueza, si, pero no para todos y a costa de vender las empresas públicas y recalificar hasta las macetas.
Ahora toca la segunda parte, las reformas estructurales que pondrán a España en orbita: Bajada generalizada de impuestos. Privatización de la educación y la sanidad, pero subvencionada por el estado que para algo el dinero es de todos. Sustitución del sistema público de pensiones por fondos de capitalización en manos de bancos y aseguradoras. Desregularización total del mercado de trabajo. Con mejor o peor prosa, a lo bruto o maquilladas, esas son su recetas mágicas. El colmo es que hasta los socialistas, bueno no todos, las comparten. Lo trágico, es que son las recetas de siempre, las que nos han llevado a la situación que estamos, las que han arruinado paises, las que han generado conflictos, guerras, hambre, desarraigo y caos, pero llevadas a gran escala.
Apago la radio y me refugio en un libro del inspector Maigret para coger aire. Argumentan con tal cinismo, con tal autosuficiencia que quizás acaben convenciéndome.

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