"...Quien siempre sabe a donde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."
(Javier Cercas, La velocidad de la Luz)

viernes, 24 de junio de 2011

Biografias ilustres. Mariano Rajoy

Hay personajes, que como una caricatura, quedan definidos por cuatro pinceladas. Primero fueron los famosos hilitos de plastilina con los que minimizó la mayor catástrofe ecológica conocida en este país. Después fue su autismo, no sabemos si real o figurado, al no enterarse que su tesorero, con el que casi compartía despacho, había montado la mayor red de corrupción, (la trama Gürtel), de la democracia española. A continuación, para eludir una pregunta directa sobre la creación de empleo comenzó a balbucear: "Vamos a ver, eeeh, uuum...", para acabar con algo tan ingenioso, a una pregunta que en teoría no conocía, de: "¿Medidas para crear empleo? Bueno, la verdad es que me ha pasado una cosa verdaderamente notable, que lo he escrito aquí y no entiendo mi letra". Ahora, Rajoy se constipa y elude asistir a la reunión de los conservadores europeos, en la que estos pretenden convencer a sus homólogos griegos para que apoyen las medidas de su gobierno. ¿Por qué será?, ¿por qué habrá sido presa de un virus tan oportuno como inofensivo?. Quizás tema que, sus correligionarios, le afeen su postura respecto a las reformas planteadas por el gobierno de Zapatero y solicitadas por ellos mismos. No es que yo apruebe dichas reformas, más bien al contrario, pero la actitud del líder del partido popular no deja de ser hipócrita, mentirosa y cobarde. Espero que la gente se de cuenta, y tome nota, aunque lo dudo, las encuestas le dan como ganador de las próximas elecciones. ¡Menudo presidente nos espera!. A sus cualidades de pasota, autista y escritor de letra ilegible, podemos añadir la de una ausencia del más mínimo sentido de Estado. Atrapados en este bipartidismo asfixiante donde uno te pega poniendo cara de pena y el otro, gritando yo no he sido, espera su momento para rematarte, votamos no se sabe si con desgana o apatía. Por ello hoy más que nunca se hace necesaria una reforma de la ley electoral que acabe con este circulo infernal de la alternancia encorsetada, de la moneda trucada. Cara, seguimos como estamos. Cruz, cambiamos para no cambiar nada.

1 comentario:

  1. Muy bueno, Fernando.
    Has retratado, al sujeto que mejor retrata Peridis, de forma magistral.
    Si nada-nadie lo remedia le tendremos como presidente. No creo que se produzcan las reformas necesarias para acabar con el bipartidismo, por lo menos, en breve.
    Prefiero cara, siempre de cara. Los cambios, si son para ir a la derecha, mejor no.

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